La exposición Tesoros Sumergidos de Egipto muestra 500 piezas halladas por el arqueólogo Franck Goddio y su equipo en la bahía de Abukir y en el puerto de Alejandría.

Entre todas las piezas figura la estatua más alta de Hapi, dios de la crecida del Nilo, acompañado de las colosales esculturas de granito rosa de un faraón y una faraona, con más de cinco metros de altura.

Otras piezas egipcias también muy importantes: una cabeza del dios Serapis, con reminiscencias de Zeus y de Osiris; estatuas de Osiris, joyería y monedas de oro; cerámica, en parte intacta; una esfinge con los rasgos de Nectanebo; y – hasta ahora única en su género- un naos con un calendario egipcio inscrito.

La exposición muestra las maravillas de las profundidades de tres yacimientos sumergidos del antiguo Egipto, Alejandría, Heraclion y Canopo, perdidos bajo el mar como consecuencia de una combinación de fenómenos naturales.

Los tesoros sumergidos permanecieron en el fondo del mar, cubiertos por sedimentos llevados por el Nilo y protegidos por los revestimientos que éstos formaron sobre ellos.

Dirección (ver mapa):
Tesoros sumergidos de Egipto
Matadero de Legazpi
Paseo de la Chopera 10/12 (acceso por la Casa del Reloj)
Madrid
Teléfono: 902 400 222
Web oficial

Horarios:
Del 16 de abril al 28 de septiembre de 2008
Abierto todos los días de 10 a 22 horas

Precios en taquilla (para entrada directa)
– General: 11 €
– Reducida: 9 € (estudiantes , jóvenes entre 12-18 años, mayores de 65 años, desempleados, visitantes discapacitados)
– Niños (entre 8-12 años): 6 €
– Tarifa familiar (2 adultos + 2 niños/jóvenes menores de 18 años): 30 €
Gratis para niños menores de 8 años acompañados de un adulto.

3 comentario en “Tesoros sumergidos de Egipto”
  1. yo creo que los secretos de ejipto son algo de abenturas por si desir que es peligroso y si sales con vida emocionante algo que muchas personas de hoy en dia no baloran y que tambien hay personas que lo desean como yo

  2. Cuando estás allí te olvidas de todo lo demás, no dejas asombrarte con todo lo que construyeron, sus métodos para conseguirlo y el buen gusto que tenían para todo. Además el desierto y las gentes de allí le añaden aún más encanto. No se trata sólo de aventura y misterio (como en las peliculas) se trata de admiración por una forma de vida tan alucinante.

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