Andorra, Andorra, Andorra… al mencionar este bonito país de los Pirineos uno piensa automáticamente, en compras, esquí, relax y naturaleza. Un destino que no parece entrar en los planes vacacionales de una familia con niños. Pero SÍ. He podido comprobar que la diversión está al alcance de todos nosotros.
No somos una familia de esquiadores; nos gusta la nieve para hacer muñecos, tirar unas bolas y, como mucho, lanzarnos en trineo por una ladera pequeña. Sí somos, por el contrario, una familia de monte, de calzarnos las zapatillas, llenar la mochila con un buen bocata…y disfrutar de la naturaleza. Y ahí es donde encontramos nuestra conexión con Andorra: unos paisajes esplendidos, grandiosos en muchas ocasiones, que nos hicieron sorprendernos más de una vez. La geografía de Andorra nos permitió disfrutar de toda la Naturaleza gracias a sus bien conservadas travesías y caminatas. Primero en invierno….y, encantados con la experiencia, unos meses después en verano. La infraestructura es muy buena: todo está cerca y bien comunicado.
En Andorra hay 4 parques naturales (Sorteny , Comapedrosa, Incles y Madriu), 5 GRs (Grandes recorridos ). Los senderos están muy bien conservados y señalizados. Es fácil imaginar que hay posibilidades para todos los gustos y niveles.
Voy a destacar estas tres rutas: sencillas pero bonitas
– Camino del Gallo en Canillo de 7.18 km. La ruta del Camino del Gallo es una travesía sencilla e ideal para hacer en familia. Este recorrido está señalizado con un gallo de color rojo y también cuenta con numerosos carteles informativos.
– El camino interparroquial de Prats a Engolasters es un itinerario sencillo de 11.6 km. La ruta es prácticamente llana y está equipada con fuentes y lugares de reposo, lo que hace que sea muy aconsejable para dar un paseo tranquilo en familia.
– Camino del Toll Bullidor: esta pequeña ruta de tan solo 1.7 km comienza en el puente de Molleres, a pocos metros de la rotonda de Meritxell. Como su nombre indica (toll significa charco en castellano), es un camino que pasa por un salto de agua impresionante. Muy recomendable.
En nuestras caminatas disfrutamos no sólo de los paisajes, también los animales se llevaron nuestra atención. Visitamos Naturlandia , donde, en un entorno natural conocimos un poco más de cerca a la fauna de Andorra. En un agradable paseo por el bosque vimos al mítico oso pardo de los Pirineos, a los lobos, al ciervo común, a los gamos o a los pequeños Sika, de la misma familia de los ciervos pero con un tamaño mucho menor. Y no sólo vimos animales…..también disfrutamos en las atracciones que hay: el trepidante Tobotronc , un tobogán situado en plena naturaleza que nos permite realizar sentados en un trineo biplaza un recorrido de 5,3 km; tirolinas, buggys, coches eléctricos, tiro con arco y el gran Airtrekk (un recorrido entre cuerdas, plataformas y pasarelas en una estructura de 10 torres y 13,5 metros de altura).
Senderismo, animales, atracciones, compras…. el perfecto final para cada día es un relajante baño en un SPA. Simplemente dejas que tu cuerpo y tu mente se evadan con las vivencias del día… y piensas que porqué no, porque no probar esas maravillosas estaciones de esquí y cambiar los trineos por los esquíes o una tabla de snowboard o una moto, y deslizarte ladera abajo sintiendo el aire en la piel y la adrenalina en las venas.
Y ya sea en el Spa o en la cálida habitación de tu hotel, coges fuerzas para el siguiente camino, el siguiente animal, la siguiente pista… para tener otro día sorprendente con tu familia en Andorra.