En Los pequeños Monstruos hemos descubierto esta báscula de madera. Un sencillo juguete pero muy entretenido para nuestros hijos, porque descubren la posibilidad de comparar el peso de «sus juguetes».

Al recibirla, Sergio lo primero que ha pesado son sus coches de hierro. Iba comparando uno a uno todos los coches, por parejas, y el que pesaba más se clasificaba para la siguiente fase. Así ha estado un buen rato hasta que ha encontrado el que más pesaba de todos.

Luego ha cogido la hucha, y ha estado pesando las monedas, luego las canicas, las fichas del ajedrez, y así sucesivamente ha ido comparando todos los juguetes que cabían en los cestillos.

Además no solo se conformaba con ver cual pesaba más sino, que con la guía que viene en el centro de la báscula medía por cuanto más pesaba cuando la diferencia era pequeña, es decir, la báscula le ofrecía «precisión» en cuanto a la diferencia de peso.

También ha empleado las 4 pesas que vienen pintadas con la báscula, sobre todo con las monedas, así sacaba la equivalencia entre los euros y las pesas.

La báscula romana de madera es resistente y ligera. Viene ya montada y trae 4 pesas pintadas de rosa, verde, rojo y naranja. El lote viene acompañado de 2 pesas de compensación para ajustar la balanza. Todo el conjunto está ya pintado, pero si no fuese así también sería divertido para los niños pintar la balanza.

Un juguete sencillo que les enseña a comparar los juguetes desde otro punto de vista y a utilizar las balanzas como se hacía hace unos años en todos los comercios.

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