Cuando nos convertimos en padres descubrimos y recuperamos muchas cosas que hacía tiempo creíamos perdidas y jugar es una de ellas. Una actividad divertida que requerirá de nuestro tiempo y, a veces, paciencia, porque vamos a hacerlo con personitas que no saben cómo, y que necesitan de nuestra práctica pasada para hacerlo. No debemos olvidar que el juego:
– Es necesario para madurar, ya que así vamos conociendo y nos podemos adaptar a lo que nos rodea.
– Da felicidad, ya que nos entretiene y divierte.
– Ayuda a asimilar conceptos y a aprender: colores, formas, números, normas….

Por todo ello,
Jugar es necesario en todas las etapas de la infancia. Desde que nacemos hasta los 9, 10, 11,12….
Jugar con nosotros, con otros niños o solos…. Cualquier opción es buena y sus beneficios claros,
Si jugamos con ellos, afianzaremos nuestros vínculos afectivos y de comunicación. Ambos incrementaremos nuestra creatividad y sobre todos nos divertirá. Dejemos que nuestro pequeño decida qué y cómo hacerlo, olvidemos las reglas para que explore y sea imaginativo y pensemos como ellos, para aprender a ver las cosas desde su punto de vista. Hagamos, como padres, que cualquier sitio sea bueno para jugar.
Si juegan con otros niños, libres y no dirigidos por nosotros, aprenderán a resolver situaciones, les obligará a negociar, a compartir, a resolver conflictos, a imaginar, a buscar alternativas….
Si juegan solos, les servirá para evolucionar por si mismos. No estamos obligados a jugar y entretener todo el rato a nuestros hijos. El aburrimiento, si lo hay, también les ayuda a imaginar, obligándoles a ejercitar su creatividad para encontrar una nueva fuente de diversión.

¿Cómo podemos jugar todos juntos, padres e hijos?
– Cualquier actividad de nuestra rutina diaria es buena para crear diversión: el momento del baño, el pasillo usado como una pista de coches o como campo de baseball con unas bolas blanditas, cocinando pizzas, galletas o bizcochos con ellos, luchando con almohadas el fin de semana al levantarnos, compitiendo por ser el primero en guardar juguetes….
Inventemos juegos con ellos y que sean para ellos. En casa o en el campo una divertida gymcana, una búsqueda del tesoro con pistas que atraigan a nuestros curiosos piratas, una sesión casera de minidisco bailando con ellos sin parar, o porqué no, disfrazándonos.
– Intercambiemos con ellos, de vez en cuando, los papeles. Nos será duro pero podemos ser nosotros los que obedezcamos sus normas (y nos sorprendamos con lo que nos manden, que no dejará de ser un reflejo de nuestras propias reglas) o bien los que resolvamos pequeños misterios preparados por ellos.

Un comentario en «Jugar con nuestros hijos»

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