Es un temor generalizado entre los padres el pensar que nuestros hijos puedan perderse.

En algunas zonas como centros comerciales, parques de atracciones, playas, aeropuertos, estaciones y en general, en aquellos lugares donde hay mucha gente, debemos prestar mayor atención en nuestros hijos y tratar que no se pierdan. Pero ellos se mueven mucho, y puede que en un descuido se separen de nosotros.

Cuando un niño se pierde, una de las formas más sencillas de localizar de nuevo a sus padres es dirigirse a algún punto de información y facilitar el teléfono móvil de su padre o madre. Al llegar a este lugar, puede que el niño no sepa decir el número teléfono, bien porque no lo recuerda o bien porque los nervios no le permiten recordarlo.

Desde la tienda Barcelove venden unas pulseras para niños y niñas donde se puede grabar un número de teléfono. La pulsera es ligera, de silicona, resistente al agua y no alérgica.

Una idea sencilla para que podamos estar un poco más tranquilos si nuestro hijo se pierde, aunque está claro que lo mejor es intentar evitar que se pierda.